viernes, 27 de noviembre de 2009

Zapateando


Porque también se florece bajo la lluvia.


La Cantante


Llevaba ya dos meses en París cantando con poca gracia en los sitios en los que se lo permitieran, porque aunque se sentía cantante desde niña no cantaba bien. Se había convencido tanto a sí misma de sus capacidades vocales que confundía la burla que despertaba su voz temblorosa y exageradamente aguda con "pura y verde envidia".


Se llamaba Soledad, como una paradoja de su vida solitaria en París, cuando no cantaba se entretenía viendo fotos viejas de recuerdos que parecían no ser suyos, a duras penas se reconocía ella misma.


La tristeza y el poco éxito la hacían querer regresar a su casa en un pueblito español, para encontrar al marido que no había dejado y a los amigos que no tenía.


El día que pudo irse, después de ahorrar el dinero justo para un pasaje que la llevara hasta la capital. Antes de subir al tren, cantó desafinadamente un tango de Gardel; la gente que pasaba por su lado la miraba como se mira a una loca, a ella no le importaba ni lo notaba.


Al llegar, Soledad lloró de emoción e intentó alzar unas notas flamencas con su débil voz bajo la lluvia. Como no recordó su casa, ni siquiera viendo las fotos que cargaba arrugadas en su maleta, se paró en medio de la plaza envuelta en un abrigo de piel falsa y empezó a cantar ante ningún público, para olvidar que había olvidado, para cantar como lo hace una cantante.

Una revolución al desnudo


Por Camila Caicedo y Johana López.


La Revolución Francesa y la Industrial fueron de gran importancia, pero ninguna ha logrado tener tanto impacto y tanta influencia como la revolución sexual. Este levantamiento busca liberar las costumbres y generar una igualdad entre los sexos

Uno de sus primeros antecedentes datan del siglo XVIII, cuando el Marqués de Sade empezó a escribir noveles clandestinas con alto contenido erótico y sexual, pero fue en la década del 60 cuando los jóvenes empezaron a reclamar sus derechos por la libertad de expresión y por el amor libre.

La revolución sexual ha tenido tres etapas desde su inicio. La primera es la consecuencia social del desarrollo de la farmacología contraceptiva, se empieza a hablar de la píldora anticonceptiva, ésta es de hecho el invento técnico que de manera más radical ha cambiado la vida de las personas desde que tenemos memoria histórica. Sexo y procreación son términos totalmente desligados.

La segunda etapa se dio en los años 80´s, cuando ya se empezó a hablar de homosexualidad y se aprobaron las cirugías de cambio de sexo. En la tercera etapa se puede hablar de placer artificial, pues la creatividad humana hizo que para tener placer sexual no se necesitara de una pareja.

Pero la revolución sexual no ha terminado, la vivimos todos los días, cuando usamos condón y/o planificamos, cuando vemos una pareja gay en la calle, cuando al encender el televisor después de las 11 de la noche los programas son “sólo para adultos”, porque los medios de comunicación se han encargado, ‘sin querer’, de difundir, masificar y volver común el sexo. Revistas como Cosmopolitan y Playboy; y series de televisión como Sex and the city son accesibles a todo público.


¿Amor libre o promiscuidad?
La creencia de que para tener una relación hay que casarse es un discurso pasado de moda, un cuento de los abuelos, ya que son muchas las parejas que deciden vivir juntos sin adquirir un contrato con la iglesia o con el Estado.

“Me gusta más la unión libre porque aunque ames a alguien es mejor darse tiempo para estar con esa persona, y ver si funciona, si pueden y están dispuestos a estar juntos, pero no descarto casarme porque está bonito”, dice Tania de 20 años.

Quienes viven en amor libre confiesan que viven con otra persona pero que no son novios, no hay ningún compromiso, tienen relaciones sexuales por placer, no hay celos y dicen gozar de mucha libertad. Tatiana, quien escapó de su casa por andar con un hombre, quien no es su novio, dice que su madre piensa que debería irse al infierno, pero para ella el infierno no existe.

Amor libre ha sido muchas veces asociado con promiscuidad, pues el hecho de no tener un compromiso legal hace que se quiera estar con una persona y otra a la vez. Los partidarios de éste incluyen la promiscuidad como posibilidad genuina, siempre y cuando haya un consenso previo en la pareja. Al no existir este acuerdo aparece la infidelidad, Andrea, estudiante de Trabajo social confiesa que le es infiel a su novio cada vez que hace algo que la irrita, como no acompañarla hasta su casa o no recogerla en la universidad.

El hombre siempre ha cargado sobre sus hombros el estigma de la infidelidad, pero ahora pueden estar cargando los cachos, pues las mujeres los están alcanzando. Una encuesta realizada por la revista Cosmopolitan revela que el 80% de las mujeres han engañado a su pareja.


“Tú eres mi Julieta y yo también soy tu Julieta…”

Antes el hecho de ser homosexual era catalogado como una enfermedad mental, pero en el año 1974 ésta idea fue descartada. Ahora la homosexualidad es esencial para entender la sociedad y la cultura moderna. Muchas personas aceptan abiertamente su condición de gay, sin prestarle mayor atención a como son vistos delante de la sociedad, aunque varias personas afirmen que esta tendencia es repulsiva y abominable.

La revolución sexual hizo que quienes fueran gay aceptaran serlo públicamente, además lo celebran con comparsas y carnavales. El 28 de junio es el día internacional del Orgullo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Según cifras de la fundación Colombia Diversa, el 8 por ciento (560 mil personas) de la población de Bogotá reconoce su condición de homosexual.

Mario dice que le gustan los hombres desde siempre, pero hasta hace poco se lo contó a su madre, quien trata de resignarse. “Mi mamá aún guarda las esperanzas de que no sea verdad” dice. Aunque él no se ha sentido juzgado, su novio si, pues dice que para sus papás ha sido muy difícil aceptarlo, que lo tratan muy mal y que les prohíben hablar. “Nos tratan como animales” agrega.

Aunque estas posturas de homosexualidad son prácticamente normales; hay quienes aun se encuentran en oposición, como los homofóbicos que sienten odio por estas personas, o la iglesia católica, que manifiesta que el hecho de sentir atracción por una persona del mismo sexo no es pecado, pero tener contacto físico y sexual sí lo es. La iglesia también ha generado controversia por el uso de preservativos y anticonceptivos y también por las relaciones prematrimoniales.


La otra cara
A pesar de que la revolución sexual liberó a la sociedad de tabús, también liberó la propagación de las enfermedades de transmisión sexual. Pues el sexo casual se convirtió en una costumbre, ésta aumentó la infidelidad y propagó las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Paralelo a esto, la época estuvo marcada por el consumo de drogas, una de ellas, la heroína, se volvió una de las más usadas, pero así como en el sexo ésta se utilizaba sin protección.

Una de las enfermedades más letales y silenciosas es el Sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) aparecida oficialmente el 5 de junio de 1981, cobradora de más de 2 millones de vidas. Se transmite a través del contacto sexual y se contagia por transfusiones sanguíneas.

El hecho de que las agujas para inyectarse heroína fueran compartidas y que en este estado de alteración mental, hacia que se recurriera fácilmente al sexo sin protección. Esto hizo que las ETS se propagaran de un modo impresionante.

Carlos cuenta su propia experiencia: “tuve una pareja de amigos que eran novios. Cuando ellos terminaron yo me cuadre con ella. Tuvimos una relación que duro poco. Decidí llamar a mi amigo pero nunca lo pude encontrar ni lo volví a ver. A los días recibí una llamada de su celular, era su hermana, que me dijo que él se había muerto de Sida unas semanas antes. Yo me asusté y fui a donde ella, quien me dijo que ya lo sabía, y que también tenía Sida. Me asusté muchísimo y pensé que me iba a morir. Me hice la prueba, ésta salió negativa y fue todo un alivio, pero fue horrible cuando me dijeron que tenía que volver a los seis meses porque ésta no era la prueba definitiva. A los seis meses regresé volví y el resultado fue el mismo”

Este joven que pasó este susto dice que después de esto cree en las campañas educativas y en los mensajes que invitan a la protección. Dice que antes de tener relaciones con una mujer siempre pide la prueba del sida, ya que no quiere volver a vivir este sobresalto y recomienda tener siempre la precaución de usar preservativo.

En “medio” del sexo

Con el avance de la tecnología y la globalización, el sexo se ha convertido en un elemento de fácil acceso para todos, está presente en la publicidad, en la televisión, las revistas y el internet, en éste último se puede encontrar desde imágenes hasta relaciones sexuales en línea o búsqueda de pareja.

La revolución sexual ha sido la forma en que la sociedad se ha levantado la sotana y se ha librado de sus ataduras sacando a flote sus deseos más profundos. Toda revolución siempre tendrá sus consecuencias, lo afortunado es que éstas secuelas pueden ser prevenidas. Adueñémonos de las banderas de la revolución sexual, pues esta es una realidad la cual fue diseñada por nuestros abuelos y nosotros somos quienes la construimos.










martes, 10 de noviembre de 2009

Si me río, me arrugo. Si me arrugo, envejezco.


La sociedad contemporánea se niega terriblemente el hecho de envejecer, el cual es un acto totalmente natural e inevitable, pero como en el siglo XXI todo es posible nos hemos valido de inyecciones, colágeno y tintura para el cabello que hacen que externamente nos veamos más jóvenes aunque tengamos los achaques que tarde o temprano aparecerán.

No creo que esté mal querer arreglarse o pintarse el cabello, pero creo que en esta época estamos yendo al extremo. El consumismo es una de las principales razones por las que nos negamos a ser viejos físicamente, los bellos y famosos se adueñan de todas las herramientas que tienen a su alcance para seguir siéndolo, mientras nosotros nos adueñamos de varias de estas herramientas para ser como ellos.

Verse bien y tener un cuerpo perfecto es lo que nos gritan las imágenes publicitarias, las modelos, algunas canciones; tal vez nos dejamos manipular, tal vez es la moda, pero sin duda alguna nos convertimos en seres que sólo aprecian un tipo de perfección y que anhela ser así de perfectos cueste lo que cueste.

Ser viejo, gordo o feo no está de moda; el bótox, la liposucción y la silicona sí. Mientras para nuestros abuelos las cabelleras blancas, los senos caídos y las arrugas se volvieron algo común, nosotros nos aterramos con una estría, vemos programas de cirugías cosméticas y le ponemos relleno al sostén.

No sólo es un problema de querer bajar unos kilos, es la gran cantidad de anoréxicas que tiene la sociedad de hoy, oímos hablar de la adicción a la cirugía plástica, de muertes en el quirófano, de silicona vencida o contaminada, de desastres estéticos, pero a pesar de todo este es un fenómeno social y cultural que contagia y reforma a la mayoría.

La autoestima, palabra básica de la educación primaria, es un factor que debemos mantener hasta nuestros últimos días, la vejez no viene sola, y aunque trae arugas, manchas y canas, debemos apreciar la sabiduría que trae también y desde ya empezar a resaltar lo que hace nuestro cuerpo, resaltar los que es ser auténticos. Ser saludable es importante, seguir y cumplir estereotipos es banal. Es necesario admitir que todos nos criticamos de vez en cuando, pero aceptar el ciclo y lo que viene con la vida es admitir que hemos vivido.

“Al final, lo que importa no son los años de la vida, sino la vida de los años”, dijo Abraham Lincoln alguna vez. Quizá, no le importaba mucho su aspecto o tenia cosas más importantes en las qué pensar, pero seguro, de vez en cuando se miraba al espejo y rechazaba sus entradas y arrugas, quién sabe si en alguna de estas ocasiones haya concebido esta frase de modo conformista, pues pobrecito, él no supo que era el bótox, ni tuvo implantes de pelo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Lo que no cambia el amor, lo cambia ‘Una aventura’.

Bianca y Joaquín se conocieron hace 4 años en un recital de poemas que hubo en la ciudad; Joaquín había quedado deslumbrado con ella, con su forma de fumar tan pausada, sus botas de gamuza y su modo de bailar salsa tan eufóricamente en el remate del recital. Bianca no notó su presencia hasta el final de la noche, cuando Joaquín se acercó a bailar ‘Una aventura’ con ella, no se dijeron nada durante el baile, sólo se miraron a los ojos.

Después de tanta rumba y tanto vino, salieron tomados de la mano, sus sonrisas nerviosas se convirtieron en carcajadas, sus murmullos en algarabía, amanecía en Cali y ellos después de estar juntos 3 horas, ya eran los mejores amigos y los amantes de siempre.

Los números de teléfono fueron intercambiados esa noche y desde ese momento no dejaron de llamarse, de verse; el gato de Bianca ya reconocía a Joaquín como un habitante más de su hogar y en el baño de Joaquín estaba el cepillo de dientes de Bianca, se habían enamorado sin darse cuenta, pero su relación era un imposible en sus vidas

Bianca esculpía, pintaba, rumbeaba con gusto siempre. Tenía el cabello castaño y lo llevaba corto desde niña, vivía sola en un pequeño apartamento, odiaba cocinar, y por eso le encantaba amanecer en lechos diferentes al suyo para tener desayuno en la cama, y atenciones de hombres solitarios como ella. Con Joaquín, había encontrado alguien que no le importaba cuantas veces ella amaneciera en otro lugar, él siempre se esmeraba cuando la tenía en casa o dormía en la de ella.

Para él, Bianca era un sueño, una mujer completa, que no renegaba nada, que no le importa nada, que siempre está lista para recibir y para dar amor, para beber como camioneros y amarse como locos. Joaquín disfrutaba ser la envidia de sus amigos, pero sabía también que sus amigos gozaban de vez en cuando de esa gloria que era suya.

Los días que dejaban de verse, Bianca se borraba del mapa y no contestaba el teléfono. Joaquín se ahogaba en tristeza y alcohol, el alma se le escurría cuando estaba acompañado de tanto tragarse las lágrimas para no llorar frente a alguno de sus amigos. Se volvía antisocial, no tenía cabeza para estudiar, moría en vida. Bianca reaparecía como si nada, y él, aunque se reconfortaba al verla, también sentía el dolor de que ella no lo quisiera a él como él si la quería, como él la amaba.

Pasaron 3 años de deleite y amargura entre ellos. Joaquín se encontraba agotado de sufrir porque sí, pero Bianca siempre se encargaba de maravillarlo, y no dejaba que él terminara de irse como planeaba.

Una noche, fueron a una fiesta, él por fin se encontraba decidido a abandonarla. Ella se levantó a bailar mientras él la observaba desde la mesa. La canción que sonaba era ‘Una aventura’, un joven empezó a bailar con ella, se miraban fijamente. En ese instante, Joaquín se dio cuenta de que ya era hora de irse.

La bohemia la hace grande, la hace ‘Gorda’


“Eres libre
pero no de ti.”
Alba Lucía Tamayo.

Elvira Ceballos o María Helena o la Gorda, es una mujer de 60 años, cabello blanco y humor loco. Abogada de arranque, ociosa en sentimiento; con dos nombres por un capricho de su padre y bohemia en la totalidad de su espíritu y cuerpo.

Elvira nació el 23 de octubre en Sevilla. Su madre siempre quiso ponerle María Helena y su padre quería Elvira, como una de sus hermanas. Fue registrada con el nombre que tanto le gustaba a su mamá, pero el día de su bautizo, y después de unas copas, su padre decidió que su tercera hija debía llamarse como el deseaba, y así fue bautizada y nombrada siempre.
En el año 68 María Helena aparece por primera vez en la vida de Elvira, quien no tenía ni idea de la indecisión de sus padres a la hora de escogerle un nombre, y debido a esto tuvo que adaptar, como muchas personas, esta segunda identidad que solo rige en sus papeles profesionales.

Estudiar derecho nunca fue el sueño de la Gorda. Todo empezó en la época en que su hermana estaba a punto de graduarse de abogada y la invitaba a sus clases, allí surgió el encanto por saber como funcionaba el Estado y por una manera distinta de ver el poder.

En sus años de universitaria en Cali, vivió la época gloriosa de la salsa, conoció la rumba desenfrenada y aunque la desenvoltura de los caleños la abrumaba de vez en cuando, terminó aceptándola, contagiándola y convirtiéndola en la fiestera que es.


Después de graduarse de la Universidad Santiago de Cali y de ejercer durante dos años como la honorable juez María Helena Ceballos, la Gorda, se dio cuenta de que lo que hacía era legal pero no justo, y se retiró, siendo, como dice ella, la persona que se ha jubilado más rápido en Colombia para vivir del reflexivo ocio.

El día de Elvira empieza antes de que el sol aparezca. Sale a caminar a las 5 de la mañana, y es ésta su hora predilecta, cuando se siente envuelta entre el paisaje y el canto de los pájaros. Pinta en cristal, porque se descubre en él, le atrae su fragilidad, pues la vida también se quiebra en cualquier momento como el vidrio. Le gusta la lectura, la música, el cine, es una mujer libertaria que disfruta de su tiempo libre y de la libertad de su tiempo.

Pedro Almodóvar es un director de cine que fascina a la Gorda, y creo que la Gorda fascinaría a Almodóvar, sencillamente podría convertirse en una de sus famosas chicas. Como ‘la Agrado’, (personaje de Todo sobre mi madre, película de Almodóvar) la Gorda Elvira siempre ha tratado de hacer que su permanencia y la de los demás sea grata en el mundo, construyendo amistades de años y recibiendo a todos con una sonrisa o con una carcajada.

La saca de quicio la injusticia, la descresta el conocimiento, pero a la vez la parte oscura que cargamos todos los seres humanos. Hace rato se cansó del desgaste que produce querer cambiar el mundo, ahorita se siente como una ‘molécula gorda con gafas’ que vive para disfrutar de la generosidad de la vida, de su arte, de pintar con la cocina y cocinar con la pintura.

Sus amigos la quieren, la definen como una loca, una persona inteligente, franca, espontánea, independiente; alguien que transmite alegría y seguridad al mirarla, al hablar, alguien que prende la fiesta. Amadeo, su sobrino dice "Ella es una persona única en éste mundo, vive en su ley. Más que una tía es una amiga, una confidente".

Una mujer cítrica, de colorido, que aprendió a montar bicicleta en una ajena y a escondidas del dueño, recursiva y creativa desde niña, buena conversadora, atenta, la Gorda es ‘Un pastel de manzanas verdes’, como el nombre de una de sus canciones favoritas.

Elvira ha vivido como le ha dado la gana, dejó las leyes por la pintura en el cristal, la cocina gourmet y amanecer conversando y riendo con vino, música y amigos. Vive la vida loca, la vida bohemia, la vida que ha querido vivir y la que goza viviendo.